Wednesday, May 29, 2013

Poema antiguo


Hace muchos años, caminando por el centro de  la gran ciudad, después de almuerzo y  los pájaros cayendo asados por el calor, me llamó la atención un edificio viejo en medio de los más modernos, una pequeña iglesia católica con escalones a la entrada de sus grandes puertas las que estaban sin cerrojo, movido por la curiosidad entré, encontrando dos agradables sorpresas: primero el frescor, producto de los altos cielos, gruesos muros de adobe, y la tenue luz de colores que los vitrales regalaban. La segunda sorpresa, el sonido del órgano de viento que alguien (nunca supe quien) tocaba, al parecer practicando para un evento posterior. Desde ese día me hice la costumbre de parar en la iglesia todas las tardes después de almuerzo, muy poca gente entraba, pero algunos iban y venían en visitas más o menos cortas.  La arquitectura clásica de las iglesias antiguas me encanta y esta además tenía un púlpito, y mientras a diario ordenaba mis papeles o leía o escribía algo, el pulpito me atraía, y me daban muchas ganas de subirme a él para dirigirme a la humanidad.

De ahí nació este poema rudimentario y modesto (pues mi única intención era iluminar al mundo), que explicaba un poco mis incipientes ideas acerca de la divinidad o como lo llames:

Desde el Púlpito

Hermanos míos
que buscan como yo en el templo
Hermanos en la búsqueda:
De una ayuda, del perdón,
De una respuesta, del refugio.
No desviemos el camino
Que la puerta elegida
nos dé el encuentro
Y aunque no sepamos que buscamos
No olvidemos que ha  de mirarse
en el sentido correcto.
Hacia dentro de cada cual
ahí  está la respuesta
si a Dios buscas.
Encuéntrate primero y sé sincero,
muy al fondo tuyo está la semejanza
Y cuando te halles, no necesitaras:
Ni ayuda, ni respuesta, ni refugio,
ni perdón.
¿Lo crees imposible?  ¡No te importe!
Camina  hacia tu centro
Sin meta, sin tiempo.
Cada día estarás…
…menos lejos.

 

Quise decir que se miren “dentro de sí mismos” para encontrar lo que buscas y tu verdadero ser, en definitiva para encontrar a dios,  con los años he llegado a pensar que la gente si lo hace, pero la verdad que al mirarse  “a sí mismos”  y utilizan un espejo, y ven solo su propio exterior, razón por la cual: inventamos a nuestra imagen y semejanza, dioses parecidos a lo que vemos, y son dioses: vanidosos, vengativos, pendencieros, competitivos, injustos, tramposos, corruptos, que venden  sus favores y que cobran intereses.etc. etc.

Pero no se preocupen, eso es solo nuestro exterior.

Si realmente miramos dentro de nosotros, podremos encontrar lo que tanto buscamos.

 ¿Que como se hace eso? 

Apaguen las luces y ruidos de lo que les han enseñado…  desde niños, y lo que a cada momento les dicen que deben creer y pensar a través de los medios audiovisuales y la publicidad.

 Eso no viene de tu propio  interior, sino del exterior de otra persona.