Mucho se ha
escrito y conversado acerca de la felicidad y como lograrla, se dan recetas y
consejos, últimamente en la red internet, circulan citas de muchas personas
notables que te indican el camino, y todos los que las leemos, las encontramos hermosas
y en muchos casos ciertas. Solo que como con las dietas nos cuesta llevarlas a
cabo y muchas veces pensamos que son solo pensamientos utópicos.
Un joven
miembro de mi familia me regaló uno de los más grandes elogios que he recibido:
“Lo que más admiro de ti es que eres Feliz, no
sé como lo haces, pero eres feliz”.
Y es
cierto, soy feliz.
No he
comprado mi felicidad, ni he caminado para encontrarla, ni se la debo a nadie,
no está basada en el día anterior, ni me garantiza estar conmigo mañana, ni
siquiera necesito un lugar para guardarla, no llega en fechas especiales ni
envuelta en papel de regalo, no se
manifiesta de la misma manera ni del mismo color.
La vivo a
cada momento, y cada día, no es un
estado permanente, ni constante, pero la vivo con distinta intensidad, la he
sentido en épocas de abundancia y de escases, sé que no viene con la riqueza
pero no son excluyentes.
Es verdad
que no es constante, y como el resto del mundo tengo momentos de tristeza , de
angustia, y he sentido en carne propia lo que llaman tragedias, lo que no ha
pasado desapercibido ni sin dejar huella, solo que no me propongo el mantener
el dolor vivo, se hace lo posible por soportar y aliviar el dolor , sin darle
más importancia de la que merece, la vida es demasiado corta para perder el
tiempo en la autocompasión.
Y no se
trata solo de buscarle el lado positivo y estar contento todo el tiempo, como dice Steven Covey: “si viajando de un
punto a otro te pierdes y mantienes una
actitud positiva vas a estar contento, pero todavía vas a estar perdido”. Solo
que si te pierdes y te ofuscas y te enojas vas a necesitar más tiempo para
encontrar el camino correcto y vas a pasar un mal rato, en cambio si mantienes
la calma o si la recuperas rápidamente, podrás ver con más claridad el camino
correcto. Y el ser positivo no significa ser descuidado, puedes planificar tu
viaje (o cualquier actividad) en forma eficiente y hasta científica,
sintiéndote feliz mientras preparas y cuando ejecutas la acción planificada.
No hay
receta para la felicidad, es algo interno, la debes sentir, y aun cuando hay
libros y técnicas que te pueden ayudar a encontrar el camino, la felicidad esta
dentro de ti no hay que buscarla en ninguna parte, solo aprende a sentirte feliz.
Tal vez has
leído o escuchado algo parecido de alguna persona famosa, te lo digo yo, un
completo desconocido, que tal vez vive cercano a ti, y no lo ves. La felicidad es un regalo para ti, que viene de ti. Cuando quieras sentirla, la felicidad va contigo, a toda hora.
Te deseo una feliz vida.
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